La ovejita y el cordero

4. 11 2025 | 17.00

La ovejita y el cordero

 

     En lo alto de las montañas vivía un pequeño rebaño de ovejas. Sucedió que a una ovejita le nació un corderito adorable y hermoso. Tenía la piel suave y delicada. Sin embargo, se diferenciaba de los demás. Era negro. Negro como la noche más oscura.

     La madre oveja estaba triste por este evento. Pasaba los días preocupada.

     "¿Por qué me ha ocurrido esta desgracia?" se preguntaba con reproche.

     Pero por otro lado, estaba contenta de que el corderito estuviera sano y vivaz.

     Desde su nacimiento, el cordero sufría rechazo y humillación. Nadie quería jugar con él. Sus compañeros se apartaban de él.

     El corderito creció hasta convertirse en una oveja adulta. La vida en el rebaño transcurría monótona y aburrida.

     Por eso, la ovejita decidió partir hacia el mundo amplio. Temprano en la mañana, cuando aún estaba oscuro y todos dormían, emprendió su camino. Caminó uno, dos, tres días. Al cuarto día llegó a un pequeño claro. Allí vio a un cordero blanco que lloraba desconsoladamente. Se acercó.

     "¿Qué te ha sucedido de tan terrible para que llores?"

     El corderito levantó la cabeza y dijo tristemente:

     "¿No ves mi pelaje?"

     "¿Y qué debería ver en él? ¿Está sucio?" preguntó la ovejita sin entender.

     "Eso es justamente. ¡Está completamente blanco! Blanco como la nieve," dijo el corderito llorando.

     "¿Y eso te preocupa tanto?" sonrió la oveja.

     "En nuestro rebaño, todos tienen el pelaje negro como el carbón. Excepto yo. Me expulsaron para que no les avergonzara."

     "Mi querido corderito," dijo la oveja y dulcemente le lamió la mejilla.

     Estaba feliz de haber encontrado a alguien con un destino similar. Luego le contó su propia historia. El corderito dejó de llorar y escuchó atentamente. De repente, sintió alivio en el alma.

     Ambos decidieron vivir juntos. Se instalaron en el prado donde se conocieron. Construyeron una pequeña y acogedora casita. Vivieron juntos felices y contentos. Con el tiempo, les nacieron corderitos hermosos. Dos eran negros y dos blancos. Y a nadie le importaba el color de sus pelajes.

 

 

     Traducido al español mediante inteligencia artificial 

     Enlace original:  https://firesnake.eu